La idea es construir organizaciones que consideren la integración de dos formas de trabajo con el fin de brindar más agilidad a los procesos y proyectos: la estructura jerárquica horizontal (administración del trabajo en cada área, responsabilidades y funciones) y la estructura dinámica (células de trabajo, equipos multidisciplinarios, metodologías ágiles).
Este binomio es la clave en la transformación organizacional: estructura tradicional como áreas de servicio y estructuras ágiles, que integradas funcionan como una organización líquida y colaborativa.
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