Todo obedece a un plan: el aumento de la capacidad de adaptación de las empresas frente a los cambios del entorno.
La educación reacciona
El usuario del proceso reclama su derecho natural a ser él quien lo rediseñe (y no esperar en cola a que el área de “mejora de procesos”, ajeno un poco a la realidad del mismo, lo haga) y la educación reacciona: ESAN Implementación Ágil de Procesos Rediseñados con Design Thinking y Gestionada con SCRUM.
La diferencia está en la agilidad
En incluir la agilidad en la metodología clásica. Hemos reunido algunos consejos imprescindibles para que, desde la generación de la conversación inteligente con los usuarios y los clientes del proceso, se identifiquen necesidades; hasta provocar las reflexiones creativas necesarias para abrir la puerta a los cambios y a la transformación. Lo creativo consiste en conectar puntos que nadie había conectado, y para eso nos apoyamos en el Design Thinking. La creatividad da paso a la innovación en el momento de la implementación de la mejora al proceso y para eso está SCRUM.
Pero no todo el mundo será diseñador de sus propios procesos. Seguiremos buscando sobrevivir dentro de las formas establecidas del proceso porque la adopción de nuevas tecnologías y nuevas formas de hacer las cosas están detenidos en muchas empresas por resistencias y/o por aspectos legales.
Eso sí, si va a rediseñar un proceso, rediseñe bien, como un pro.
Aproveche los momentos de calma para crear los procesos que se usarán en días de tormenta. No es necesario saber de Design Thinking y SCRUM. Basta con que le interese cuestionar el statu quo. Resumiendo, basta con que le guste la “gestión de procesos”. El programa de enseñanza es flexible y ágil, pues fue construido con las mismas herramientas: Cada edición de la metodología (esta es la tercera) adaptamos los contenidos y también durante el curso; los testamos con los alumnos y los cambiamos en tiempo real.